El estreno de la franja horaria de las 14.00 se salda con un empate (1-1) que no satisface ni a vallecanos ni a sevillanos
Entre los comentarios sobre el regreso de Paco Jémez al banquillo del Rayo, un tema se coló en la mayoría de conversaciones de los aficionados que acudieron al estadio de Vallecas este domingo. “No hay derecho. Me gustaría que esto se lo hicieran al Madrid o al Barcelona”, afirmaba Ángel, socio del club franjirrojo durante los últimos 60 años, sobre el partido que los vallecanos y el Betis jugaron a las 14.00, estrenando horario en LaLiga. Otros, sin embargo, trataban de encontrar la parte positiva. “Entre lo malo, al menos es lo mejor. Lo prefiero a un lunes a las 21.00. Eso sí, tendremos que tomarnos un bocata dentro, porque te corta toda la hora de la comida”, reconocía Jorge García, también socio del club. Entre bocado y bocado, los hinchas del Rayo no pudieron disfrutar de una victoria de los suyos, que empataron con el Betis (1-1) logrando un resultado que no sirve a ninguno de los dos para acercarse a sus objetivos.
Tras siete derrotas seguidas, el Rayo llegaba al encuentro con la imperiosa necesidad de lograr victoria. Ni el nuevo horario ni el mal tiempo evitaron que Vallecas respondiera, espoleando a los suyos desde el minuto uno y registrando una de las mejores entradas de la temporada (12.310 espectadores). “Un empate nos puede mandar a Segunda división. Sólo nos vale ganar”, avisó Jémez. El técnico canario había preparado hasta el último detalle en su estreno, entrenando incluso a la novedosa hora del partido durante la semana. Y sus jugadores respondieron a lo trabajado, asediando la meta de Pau desde el minuto uno, siendo mejores que el Betis durante gran parte del encuentro y mostrando una cara renovada.
Como ya había adelantado Jémez, salió el Rayo al campo dispuesto a adueñarse del balón e imprimiendo un ritmo de juego frenético, con Bebé capitalizando las acciones de ataque. No hubo que esperar mucho para que los vallecanos dispusieran de la primera gran ocasión. Un testarazo de Raúl de Tomas tras un gran balón colgado del portugués obligó a Pau López a emplearse a fondo, avisando a un Betis desaparecido en combate y desconcertado ante el intenso comienzo de partido de los vallecanos.
Esa acción fue solo el inicio de la cascada de ocasiones que estaban por llegar. Primero Álvaro García, mandando a las nubes un disparo sin oposición desde el punto el penalti, y después Mandi, que a punto estuvo de meter el balón en su propia portería al intentar desviar un centro de Pozo, estuvieron a punto de estrenar el marcador para el Rayo. Pero fue Raúl de Tomás el encargado de hacer justicia con lo exhibido por ambos equipos en la primera mitad. Pasada la media hora de encuentro, y tras una nueva gran internada de Bebé, el nueve solo tuvo que poner el interior de su bota derecha para mandar a la red el balón y conseguir su duodécimo gol de la temporada, poniendo en ventaja a los de Jémez.
El gol no cambió para nada el plan del Rayo, que siguió buscando el segundo y apretando muy arriba la salida de balón de un Betis perdido, muy impreciso e incapaz de encontrar ni a Lo Celso ni a Canales, que solo apareció para lanzar contra la barrera una falta en la frontal del área de los franjirrojos que supuso el único acercamiento de los de Setién.
Tras la reanudación, y después de que, invitados por el nuevo horario, la grada se llenara de bocadillos, el guion del partido siguió igual. Como sus aficionados, el Rayo salió hambriento de vestuarios. Apenas dos minutos tardó de Tomás en rematar un lanzamiento de córner que se fue lamiendo el poste de Pau. El nueve, protagonista durante todo el encuentro, tuvo de nuevo la sentencia en sus botas en el 60, pero tras una gran jugada individual en la que tumbó a Mandi y Bartra dentro del área bética marró en su remate cuando lo tenía todo a favor.
Se desesperaba la grada por la cantidad de oportunidades desaprovechadas, y los de Jémez, que comenzaron a sentir el cansancio y atenazados por los nervios propios de la delicada situación que están viviendo en la tabla, dieron un paso tratando de conservar la victoria. Lo aprovechó el Betis, que en la que fue prácticamente su única acción peligrosa de todo el partido consiguió un empate que supone un premio más que generoso visto el desempeño de los hombres de Setién. Fue Tello, con algo de fortuna tras golpear su disparo en Tito y desviar la trayectoria, el encargado de anotar el tanto que puso las tablas en el marcador tras un centro atrás de Canales. Un resultado que no vale a ninguno de los dos. El Rayo se queda a cinco puntos de la salvación. Y los sevillanos no aprovechan la derrota del Getafe para meterse en la lucha por la cuarta plaza que da acceso a Champions, que ahora queda a seis puntos.
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